En el flamenco, todas sus partes son importantes: cante, baile y, por supuesto, el toque. La guitarra flamenca (parecida a la guitarra clásica o española), es uno de los instrumentos más importantes para este arte, y aprender a tocarlo conlleva no solo estudiar la técnica, si no también poseer un buen oído musical y un poquito de “duende”.
La incorporación de la guitarra en el flamenco se remonta a principios del siglo XIX, hasta ese momento el flamenco había prescindido de cualquier tipo de instrumento, es ahí donde se fusionan este instrumento con el cante, dando lugar al auge de este arte en los espectáculos flamencos.
La guitarra flamenca es una de las múltiples variantes de la guitarra que cuenta con un sonido más brillante y una ejecución más rápida y fácil. A parte de ser una gran acompañante tanto al cante como al baile, ha sabido evolucionar por si sola. Fue en la década de 1970 cuando alcanzó su máximo apogeo de la mano del maestro Paco de Lucía.
En un primer acercamiento, el primer paso es conocer el instrumento y sus partes. La guitarra es un instrumento de cuerda (como ya sabrás), compuesto por una caja de resonancia con un agujero acústico en el centro; seis cuerdas, y un mástil, al que va adosado el diapasón y el clavijero (lugar en el que se sitúan las clavijas, que sirven para tensar las cuerdas, consiguiendo la afinación de la guitarra en el flamenco). Estas son las partes principales, las que te servirán para poder entender cualquier lección de este instrumento.
Una vez que ya lo conocemos, podemos empezar a hablar de la posición de las manos y dedos, así como la forma de cogerla. En este sentido, se colocan todas las manos y dedos sobre la guitarra: si eres diestro, la mano derecha será la encargada de tocar las cuerdas y, por el contrario, si eres zurdo será justo al revés. Para tocar correctamente la guitarra es importante, incluso si no eres principiante, que calientes esta zona antes de comenzar.
Y ahora sí que sí, vamos a ir desgranando las técnicas de guitarra más importantes en el flamenco.
Rasgueo: el rasgueo está considerada como técnica de guitarra fundamental dentro del flamenco. ¿En qué consiste? Básicamente en rasgar las cuerdas con los dedos, ya sea de forma ascendente o descendente. Lo importante en el rasgueo es que los movimientos sean fluidos y precisos, para que suenen sincronizados.
Existen diferentes tipos de rasgueo: de abanico o pulgar, de apagado o de golpe, entre otros. Para poder realizar esta técnica de forma correcta, muchos suelen utilizar un metrónomo, para poder ir controlando la velocidad con la que tocan, manteniendo el ritmo.
Picado: esta técnica consiste en alternar dedos de la mano (normalmente el índice y corazón) que se usan para tocar las cuerdas (dependiendo de si eres diestro o zurdo). Se requiere mucha práctica para poder hacerlo con rapidez y precisión, ya que requiere que estos dedos estén apoyados.
Alzapúa: en esta técnica de guitarra, se combinan las dos anteriores: el rasgueo y el picado, tocando las cuerdas en dirección descendente y ascendente (pasando de sonidos graves a agudos y viceversa). Aunque por el tecnicismo no te suene, la melodía que surge de la alzapúa es conocido por todos los flamencos, ya que la usó el gran Paco de Lucía en su composición “Entre dos aguas”.
Arpegio: consiste en una sucesión de notas, es decir, tocar las notas de forma sucesiva en lugar de simultánea. En el flamenco, el arpegio se usa para crear armonías muy expresivas, lo que en el argot se dice “texturas”.
Ligado: con el ligado se tocan notas consecutivas sin necesidad de puntear sobre cada una de ellas. Esta técnica, que inglés se le conoce como hammem – on y pull – off se considera fundamental para la ejecución de las escalas del flamenco.
Trémolo: esta técnica es muy característica de la guitarra en flamenco, ya que se utiliza para crear el efecto “sostenido” de las notas. ¿Cómo se realiza? Pues tocando la misma cuerda de forma repetida (con rapidez y regularidad).
Golpe: consiste en el golpeo de la tapa armónica de la guitarra, para acentuar el ritmo. Cada palo flamenco tiene el suyo propio, por lo que para dominar el “golpe” se debe practicar la precisión y la sincronización.
Cejilla: la cejilla es una de las técnicas que, seguro, has visto más veces ejecutar a los guitarristas flamencos. Consiste en “coger” o “tapar” con un mismo dedo varias cuerdas a la vez, y se utiliza, principalmente, para cambiar la tonalidad.
Tanto si estás pensando en aprender a tocar la guitarra flamenca como si eres un apasionado de este instrumento, conocer un poco de cerca estas técnicas te ayudará a entender mejor este arte y sus variantes.
Lo importante es poder conseguir la armonía, por ello, el guitarrista flamenco debe saber cómo combinar las diferentes notas musicales, creando esas “texturas”, esas sensaciones que se consiguen transmitir. En el flamenco, las escalas mayores son esenciales, como por ejemplo en el palo flamenco de las alegrías, cuya tonalidad es Do Mayor.
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