Carmen, de Bizet, sobre un tablao flamenco emblemático en Sevilla

En un tablao flamenco todo tiene cabida: desde los palos flamencos más puros y los cantes jondos, hasta representaciones de obras clásicas, como la que se lleva a cabo durante el espectáculo en El Palacio Andaluz: Carmen, de George Bizet.

De hecho, en marzo de 2022 se conmemoró el 147 aniversario de este título, concebido en sus inicios como una ópera y de la que luego se han realizado adaptaciones en cine (desde cine mudo a sonoro), teatro y, como no, en el flamenco.

Y es que Carmen está ambientada en la Sevilla de 1820 (aproximadamente), cuya protagonista, que da nombre a la obra, es una bella gitana de gran temperamento. En cuanto a su historia, está basada en la novela Carmen, de Prosper Mérimée, que fue publicada por primera vez en 1845. Sin embargo, se cree que se inspiró en el poema narrativo de Aleksandr Pushkin, titulado Los gitanos (1824), a quien Mérimée leyó en ruso y tradujo posteriormente al francés.

El autor, Prosper Mérimée, era un francés totalmente encandilado de Andalucía, lugar en el que decidió inspirarse para escribir su historia, en la que aparecen contrabandistas, militares, gitanos y hasta toreros, una representación de casi todas las capas de la sociedad de la época. Posteriormente, en 1875, fue adaptada a la ópera por un paisano, George Bizet, que la dotó de protagonismo y la acercó al público.

Bizet aún no lo sabía, pero con el estreno de esta obra transformó el género de la opéra-comique (“ópera cómica”), un género lírico que surgió en el siglo XVIII a raíz de la cómedie-ballet y que se diferencia de la “gran ópera” en el tono jocoso y popular de sus diálogos, además de tratar asuntos de la vida cotidiana y actual de cada época.

Vale la pena destacar un dato curioso de la relación del autor con su obra, y es que en el momento de su estreno no tuvo ningún éxito, es más, fue recibida duramente por la crítica. Bizet cosechó un fracaso rotundo, algo que se cree que pudo influir muy negativamente en él porque, según cuenta la historia, falleció en junio de ese mismo año (1875) de un ataque al corazón a los 36 años.

Sin embargo, en octubre, tan solo unos meses después, Carmen, de Bizet, empezó a cosechar tanto éxito, que se considera que modificó los estándares de la ópera francesa. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche la consideró una respuesta latina a la estética de Wagner (también conocida como “wagneriana”), siendo vista como un preludio del verismo, movimiento estético italiano de finales del siglo XIX que representaba la realidad sin idealizaciones.

Y así, se convirtió en una de las óperas más famosas e interpretadas en el mundo y de las más destacadas dentro del repertorio operístico estándar. ​

A España llegó finalmente en 1881, cuando se estrenó en el Teatro Lírico de Barcelona, con la actuación de Celestina Galli-Marie, actriz que había estrenado el papel ya en las tablas de Francia.

En 1887, se interpretó por primera vez en el Teatro de la Zarzuela, en Madrid. A partir de aquí, y gracias a que fue traducida al español, Carmen ha sido una obra muy versionada, sobre todo por el flamenco.

Flamenco tablao in Seville with dinner or tapas
María de Amaro, bailaora en El Palacio Andaluz durante su actuación como Carmen.

Una ópera adaptada al flamenco en El Palacio Andaluz

Por su temática, ambientación y características de los personajes, Carmen es una pieza que encaja muy bien sobre un tablao flamenco, sobre todo por el torrente de sentimientos que despierta. La pasión que caracteriza a la protagonista, así como la tormentosa historia que narra, la hace perfecta para representar, mediante baile y cante, todo el sentío que derrocha este arte andaluz.

Carmen es una pieza de ópera dramática dividida en cuatro actos que cuenta la historia de amor entre la gitana y el cabo don José, en primer lugar, y el torero Escamillo, en segundo. En un primer momento, Carmen se enamora del cabo y éste se queda tan prendado de ella que olvida todo su honor y deja atrás su vida para unirse a su banda de contrabandistas. Pero los celos de don José hacen que la protagonista se aleje de su amor y acabe fijándose en el torero Escamillo, provocando la ira de su anterior amado, que la asesina en un arrebato.

Furia, pasión, amor, celos, e incluso un asesinato, son el hilo conductor de una obra que no deja indiferente a nadie y más si se interpreta sobre las tablas de un tablao flamenco.

Los artistas de El Palacio Andaluz llevan años interpretando una adaptación flamenca de Carmen sobre el escenario. Durante el show flamenco se entremezcla una estética clásica, que lleva las raíces del flamenco en cada zapateado, en cada movimiento de volante, con una puesta en escena llena de ritmo, garra y duende.

Un espectáculo único en el más grande y emblemático tablao flamenco de Sevilla. Si quieres asistir a alguno de nuestros dos shows diarios, haz tu reserva online (con posibilidad de cena o copa servida en mesa).

No te pierdas la adaptación flamenca a un clásico que ha traspasado generaciones. Te esperamos en el tablao flamenco El Palacio Andaluz.

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