La voz en el cante flamenco
La voz en el cante flamenco
Maera, cantaor para baile flamenco

No existe una única voz en el cante flamenco, ni tampoco hace falta tener un tipo concreto de voz para cantar. El cante es parte de la esencia del flamenco, tanto que no se podría entender este arte sin la intervención de la voz. De hecho, en su origen, el flamenco solo era cante y, hasta la incorporación de la guitarra, bastaba la voz sola o con el acompañamiento de las palmas o los nudillos.

Para cantar flamenco no hace falta tener un tipo de voz determinada. Tampoco es necesaria una voz específicamente grave o aguda, ni un timbre claro u oscuro. A lo largo de la historia de este arte, encontramos diferentes modelos de voces, dependiendo de las tendencias del momento.

La voz es algo exclusivo de cada persona, de ahí que para cantar flamenco todas las voces son aptas, lógicamente siempre y cuando el intérprete posea las facultades mínimas de tempo y afinación necesarias para este género artístico.

Los cantes flamencos suelen tener mucha improvisación, contando con una base de elementos formales, según el estilo que se interprete. Sobre una melodía y ritmos determinados, cada artista armoniza su timbre de voz, su capacidad pulmonar y deja su impronta y sello personal.

Farina, cantaor flamenco del elenco de artista del tablao flamenco EL Palacio Andaluz
Farina es un cantaor flamenco que forma parte del elenco de artistas de El Palacio Andaluz.

El cante flamenco nace de la voz popular, de ahí que las letras incluyan todo tipo de sentimientos asociados a temas como la pasión, el amor, la vida, la muerte, la alegría… Es un arte de emociones, que se reflejan tanto en el modo como la forma de interpretarlo.

En una actuación flamenca, cante, baile y guitarra se armonizan, pero hay espectáculos en los que basta con la interpretación de un cantaor o cantaora. En este caso, el artista se vale de su voz para transmitir, empleando melodías vocales propias, que se diferencian de otros géneros musicales.

En el cante flamenco, el comienzo anacrúsico es muy frecuente en diferentes palos flamencos. Esto quiere decir, que el cantaor o cantaora, entra a la parte importante del ritmo mediante una incorporación suave, es decir, va de menos a más. Otra forma de iniciar el cante flamenco es con un “¡ay!”, que poco a poco va ascendiendo en el tono del artista.

Tipos de voz en el cante flamenco

El cante flamenco tiene voz propia y una serie de características que la diferencian de otros estilos musicales. A lo largo de la historia, este arte ha registrado diferentes tipos de voz para el cante, entre las que encontramos las siguientes:

Voz «afillá»toma como modelo la del cantaor gitano Antonio Ortega, conocido como Fillo. Es una voz con matices graves y opacos. Se caracteriza por ser ronca, rozada y recia, siendo muy apreciada por los entendidos del siglo XIX. Es apropiada para la interpretación de palos como la seguiriya, bulería, toná o soleá. Ejemplos de esta voz son Manolo Caracol y María Borrico.

Voz redonda: es la que suele llamar «flamenca» porque permite mayor virtuosismo interpretativo. Es dulce, pastosa y viril. Tomás Pavón es prototipo de esta voz, así como grandes cantaoras como La Serrana o la “Niña de los Peines”.

Voz natural: es la voz de pecho o gitana, que comparte algún rasgo con la ‘afillá’, por lo que se refiere al desgarro del cantaor en determinados momentos de la interpretación. También tiene similitudes con la voz redonda, pero se diferencia de esta por la desgarradura que hemos mencionado. Dentro de esta categoría de voz, encontramos a Manuel Torre o Antonio Mairena.

Voz fácil o cantaora: es una voz rítmica, fresca y flexible, muy adecuada para la interpretación de los cantes festeros, como las bulerías, alegrías, jaleos o tangos. Ejemplos de este tipo de voz son las de las cantaoras La Paquera y la Perla de Cádiz.

Voz de falsete: es poco apta para cantes básicos, pero sí para los adornos, floreos y arabescos. La voz de falsete permite a los cantaores abordar registros que con la voz natural es imposible alcanzar. Es una voz que da mucho juego en los cantes de ida y vuelta y en algunas adaptaciones flamencas. El maestro Chacón introdujo este tipo de voz y el Niño de Marchena es un ejemplo de esta categoría. Es una voz típica para cantes de Levante.

En lo que se refiere a la voz en el cante flamenco, como ocurre con otros temas vinculados con este arte, no existe una clasificación cerrada, aunque esta lista puede valer para hacernos una idea de la riqueza que tiene la interpretación vocal en este género artístico.

Como siempre recomendamos, disfrutar de un espectáculo flamenco en directo es la mejor opción para poner en práctica estos conocimientos teóricos. En el show que celebramos a diario en El Palacio Andaluz, puedes comprobar cómo nuestros cantaores utilizan la voz, imprimiendo su sello personal en cada interpretación.

Si visitas Sevilla, ven a ver nuestro espectáculo flamenco y disfruta de la voz de nuestros artistas. ¡Te esperamos!