La guitarra en el flamenco
La guitarra en el flamenco, la última en incorporarse

El papel de la guitarra en el flamenco es fundamental en un espectáculo actual. Si acudimos a un tablao, lo más habitual es ver al cantaor, acompañado del guitarrista y el bailaor o bailaora. Esto es así ahora, pero aunque cueste trabajo imaginarlo, en los orígenes del flamenco el cante era el único protagonista y la guitarra y el baile se incorporaron más tarde a este arte. 

El surgimiento de los tablaos flamencos tiene mucho que ver en la integración de este instrumento en la música flamenca. Fue en el siglo XIX, cuando gracias a la popularidad que alcanzaron estas ‘Catedrales del Duende’, la guitarra se sumó al cante que, hasta entonces, prescindió de cualquier instrumento musical. De hecho, los cantes “a palo seco”, son un legado de aquel cante primitivo que interpreta el artista sin acompañamiento alguno, siendo la voz el único soporte. 

A la hora de fijar una fecha y a un responsable de la incorporación de la guitarra al flamenco no hay unanimidad. No obstante, existen referencias históricas que indican que fue en 1850 y de la mano de Francisco Rodríguez ‘El Murciano’, cuando se produjo esta integración. Hay escritos que hablan de un artista que “acompañaba los cantos folclóricos de su tierra natal con una pequeña guitarra”. Aunque lo apodaban ‘el murciano’, Francisco era de Granada. 

De lo que no hay duda es que en el siglo XX culmina la fusión de la guitarra con el cante flamenco, una fusión que impulsa el auge de los espectáculos flamencos y la popularización de este arte. Pero además, con la incorporación de este instrumento se consolida la estructura de los palos flamencos y se regulan los esquemas del cante flamenco, otorgándoles entradas y salidas con el acompañamiento melódico de la guitarra. 

La guitarra flamenca

La guitarra o toque, además de acompañar el cante y el baile flamenco, es un instrumento que ha evolucionado en el tiempo, alcanzando en la década de los años 70  su máximo esplendor gracias a intérpretes como Paco de Lucía, maestro y referente para muchos guitarristas y artista venerado por los amantes del flamenco.

Los guitarristas flamencos, conocidos también como tocaores, al igual que otros artistas cuentan con técnicas propias en sus interpretaciones, algunas más evidentes que otras para el ojo del un aficionado. Si te fijas en intérprete de guitarra clásica y en uno de flamenco, la diferencia más llamativa es la postura. El tocaor de flamenco suele cruzar las piernas y apoyar la guitarra sobre la que está más elevada, mientras que el mástil lo mantiene posición casi horizontal con respecto al suelo. 

En lo que se refiere al instrumento en sí, también existen diferencias y tiene características específicas. Las guitarras de flamenco son ligeras y suelen estar fabricadas con madera de ciprés, un material que otorga brillantez al sonido y se adapta muy bien a las características de este género musical. Además, cuenta una caja más estrecha para que la sonoridad sea menor y no eclipse la voz del cantaor. 

Los toques flamencos

En cuanto a la interpretación de los palos, las técnicas más utilizadas por los guitarristas flamencos son la alzapúa, el picado, el trémolo y el rasgueo, principalmente. 

El empleo del pulgar es otro rasgo característico del toque con el que se potencia la sonoridad del instrumento. Y con el golpeo, como elemento de percusión, el guitarrista imprime fuerza a la interpretación. 

Los toques se clasifican también en función de su interpretación, tal y como resumimos a continuación:

  • Toque airoso: hace referencia al toque vivaz, rítmico y de sonoridad brillante, casi metálica.
  • Toque gitano o flamenco: es hondo y con pellizco.
  • Toque pastueño: alude al toque lento y tranquilo.
  • Toque sobrio: como su nombre indica es un toque sencillo y sin ornamentos. 
  • Toque virtuoso: hace referencia al extraordinario dominio de la técnica en la interpretación. 
  • Toque corto: pobre en recursos técnicos y expresivos.
  • Toque frío: es el opuesto al toque gitano o flamenco y carece de pellizco y hondura. 

Hoy en día todos los espectáculos flamencos están compuestos por el cante, el baile y la guitarra. En un tablao flamenco, estos tres elementos se enlazan en perfecta armonía ofreciendo al público flamenco en su estado más puro y auténtico.

Si visitas Sevilla, te invitamos a conocer el Tablao Flamenco El Palacio Andaluz, que cuenta con un espectáculo que es único en Andalucía por el número de artistas que se suben cada noche al escenario. Donde no falta el cante, el baile y, por supuesto, la guitarra. ¡Te esperamos!

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