Los palos flamencos más populares
palos flamencos más populares

Es muy complicado fijar un número exacto de palos de flamenco, pero podrían diferenciarse hasta más de 50. ¿Cómo diferenciarlos? En este artículo, vamos a contarte las características más destacadas de los palos flamencos más populares y conocidos.

El flamenco es música, cante y baile. Un estilo propio de origen andaluz que ha traspasado fronteras, convirtiéndose en un arte reconocido internacionalmente. Se trata de un género complejo que aglutina estilos diferentes, conocidos como palos flamencos.

El ‘palo’ hace referencia a cada uno de los estilos o modalidades que existen, estilos que se diferencian unos de otros por características como el ritmo, la métrica, la procedencia, la finalidad o el tipo de acompañamiento, entre otras.

Cada palo flamenco cuenta con una estructura formada por una parte fija y otra que varía. La parte fija es la que permite al elenco de artista ir a la vez o ‘al compás’, sobre todo, cuando actúan en grupo. La variable permite la ‘improvisación’, una de las particularidades que posee este arte cargado de emoción.

¿Cuáles son los palos flamencos más populares? Toma nota de la selección que te mostramos a continuación.

Bulerías

La bulería flamenca o bulerías es el palo flamenco con tintes festeros por excelencia. Originario de Jerez de la Frontera (Cádiz), este estilo a caballo entre la fiesta y la burla se ha convertido en uno de los más conocidos entre el público general, junto con las sevillanas.

De todos los palos es el más flexible en cuanto a baile y cante. Es fácilmente reconocible, tanto para expertos como aficionados al flamenco, porque es ese momento en el que los artistas forman un semicírculo y van saliendo de uno en uno para bailar una parte de la pieza.

Haciendo gala de su estilo alegre y bullicioso, la interpretación de las bulerías permite el lucimiento no sólo de los bailaores, sino también de los cantantes o músicos. Es un cante festero de ritmo alegre que admite todo tipo de letras, con fuerza en su interpretación y que se presta al jaleo y exclamaciones flamencas por parte de los artistas durante la actuación.

Soleás

El contrapunto de las bulerías quizá es la soleá. Considerado el cante jondo por excelencia, en este palo destaca por encima de todo el sentimiento. En  su estructura musical se sacan las principales características del arte flamenco. La soleá está considerado un estilo fundamental en la conservación del compás original: combinación de una combinación de un 6/8 y un ¾, siendo uno de los géneros más bailados y apreciables dentro de los tablaos flamencos de todo el mundo.

La interpretación del cante por soleá lleva acompañamiento de guitarra y palmas. El baile de la soleá es uno de los más bonitos del flamenco. Suele ejecutarlo una bailaora en solitario y es una interpretación muy expresiva. Un momento idóneo para el lucimiento de la artista. Los movimientos de manos, de brazos, de cuerpo, los quiebros de cintura y los contoneos de caderas suelen acompañarse de zapateado y los desplantes de la bailaora durante su ejecución.

Seguiriyas

Se trata del palo flamenco más ‘sentío’ y serio, un estilo con un marcado tono dramático que busca activar la emoción de quiénes lo escuchan. Es uno de los palos más antiguos, base de muchos cantes y bailes y todo un referente de los cantes jondos.

El carácter sombrío de la seguiriya se traduce en la presencia de mucho quejío y poca letra. De hecho, una forma de identificar este palo flamenco es prestando atención a la consecución de ‘ayes’ que tiene. Los continuos cambios de tono y matizaciones, hacen que este sea uno de los cantes más difíciles de interpretar.

Alegrías

Las alegrías es otro de los estilos festeros del flamenco. Su baile, uno de los más antiguos, ha sido fuente de inspiración para otros muchos estilos. La estructura de este baile consiste en la salida, las llamadas, desplantes entre letras, escobilla con zapateado y un silencio de cante en el que las castañuelas toman protagonismo. Finaliza con una salida en desplante o por bulerías en jaleos.

Quizás lo más característico de las alegrías sea su compás, que comparte con la soleá, aunque lo más significativo y que hace reconocible este palo, sobre todo para los menos entendidos, es el «tirititrán, trán, trán» con el que comienza el cante.

Fandangos

Es un estilo con diversas variantes y no es exclusivo ni de Andalucía, ni del arte flamenco. Para distinguirlo de otros, se le conoce como ‘fandangos aflamencaos’.

Algunos teóricos indican que se trata del cante más primitivo que existe. De origen árabe y portugués, este estilo recuerda al fado portugués y es fruto de la mezcla de culturas que han influido en su creación.

La estructura formal del fandango responde a una alternancia de copla y variaciones instrumentales, concluyendo en ocasiones con una letra de ritmo más ligero. Se acompañan básicamente con la guitarra y las palmas, aunque se puede escuchar acompañados con laúdes en la alta Andalucía y con violines y panderos cuando es verdial en Málaga, y, por supuesto, ‘a palo seco’.

Tangos

Los tangos son uno de los palos más antiguos que podemos destacar del flamenco. Su fuerte es el cante, aunque en su origen estaba acompañado aún más con el baile. En los tangos se intenta demostrar toda la gracia y el salero de los artistas que lo interpretan.

Existen varios tipos, entre los que destacan los de Cádiz, Triana, Jerez, Granada y Málaga. Se trata de un estilo alegre y animado que, junto a la bulería, forma parte de los reconocidos como palos festeros de este arte.

Sevillanas

Las sevillanas son, sin lugar a duda, el palo del flamenco más conocido y extendido en el mundo. Es un baile propio en pareja y está presente en todas las ferias de Andalucía, destacando aún más su presencia en su origen, Sevilla.

Es un palo que se reconoce al instante. Lo primero es el acompañamiento, con guitarra, un cajón flamenco, castañuelas  y palmas. Bajo un compás de 3/4, es decir, de tres tiempos, se enmarcan cuatro movimientos que se van repitiendo en cada una de las partes que forman una sevillana: paseíllo, pasada, careo y remate.

Las sevillanas cuentan con una `coreografía´ que puedes aprender, aunque el `age´ (variante abreviada de la palabra ángel usada en Andalucía para definir el talento o la gracia de una persona) de cada uno es lo que te diferenciará.

Se trata de un baile y cante que han ido evolucionando con la sociedad, convirtiéndose en una mezcla perfecta de tradición con las nuevas costumbres.

Rumba

La rumba flamenca es otro palo flamenco festero y también muy habitual en celebraciones y ferias. Un ritmo alegre que cuando suena invita a mover el cuerpo. Este estilo deriva de la rumba cubana, guaguancó.

Es un estilo de los más bailados y, además, cualquier canción puede adaptarse a sus ritmos, por eso nos encontramos con que numerosos artistas la utilizan para hacer variaciones «flamenquitas» a sus canciones.

Lo que más la caracteriza a la rumba flamenca es el rasgueo de guitarra que acompaña al cante y cuyo origen se encuentra en la rumba cubana que antes mencionamos.

El baile también cuenta con elementos que lo hacen único, ya que es muy movedizo. Se juega mucho con los hombros, la cadera y la pelvis, emitiendo cierta sensualidad, lo que también recuerda a los bailes cubanos.

que tienes que saber sobre el flamenco

¿Cómo diferenciar estos palos del flamenco?

Saber diferenciar todos estos palos de flamenco no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Requiere de tiempo para comprender sus diferencias. La clave está en el compás.

Para decidirnos por uno u otro palo, debemos fijarnos en la métrica de la música, 2, 3, 4 o 12 tiempos. Una vez que conocemos esto, toca centrarse en el golpe musical, o lo que es lo mismo, el acento. Este factor nos ayudará a diferenciar de qué palo del flamenco se trata, cuando comparten un mismo compás.

El compás binario, aquel de 2 o 4 partes, está asociado a estilos como la rumba o los tientos. Al compás de tres tiempos, están vinculados palos populares como el fandango y las sevillanas. Si estamos frente a un compás de 12 tiempos, encontramos las alegrías, las bulerías o las soleás.

Reconocer los diferentes palos flamencos, no es solo cuestión de compás y acento, sino que hay otros factores que son fundamentales para identificar los diferentes estilos, las letras y sus estrofas, conocido popularmente como las coplas.

Por ejemplo, en el caso de los fandangos, estas coplas tienen 5 versos y riman entre sí, por un lado, los pares y por el otro los impares. Las seguiriyas son de tres o cuatro versos, pero de cinco y siete sílabas, y siempre riman los versos cortos.

Como puedes comprobar, el flamenco es un arte emocionante, pero también complicado para empaparse de él en pocos minutos. Es cuestión de iniciarse con los palos flamencos más populares y poco a poco ir avanzando en el conocimiento de cada estilo.

La mejor manera de poner en práctica estos conocimientos es, sin duda, asistir a un espectáculo flamenco en directo. La experiencia merece la pena, sobre todo, para apreciar cómo los artistas interpretan de modo diferente cada palo flamenco.

Si visitas Sevilla, no te pierdas nuestro show, en el que podrás disfrutar de un recorrido por los palos del flamenco más tradicional. Si quieres disfrutar de un espectáculo único en Andalucía, te esperamos en el tablao El Palacio Andaluz.

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