Maera, un cantaor para baile enamorado del flamenco
Maera, un cantaor para baile enamorado del flamenco
Maera, cantaor para baile flamenco

Juan Luis Vega, ‘Maera’ es uno de los cantaores que forma parte del elenco de artistas del Tablao El Palacio Andaluz. Hijo de Manuel ‘Maera’ y Esperanza, ‘la del Maera’, a quien todos recordamos del grupo Triana Pura por la canción del ‘Probe Miguel’, y miembro de una saga familiar vinculada con el mundo del flamenco y del toro, ‘Maera’ no podía ser otra cosa más que artista o ‘cantaor para baile’, como se define él.

Se confiesa un enamorado del flamenco, por tradición y vocación. Ha compartido escenario con artistas de la talla de Rafael Riqueni, Carmen Linares o Israel Galván, entre otros. Le ha cantado a Rocío Jurado y ha compartido premios con Emilio Ramírez, ‘El Duende’, Amador Rojas y Sofía Jiménez de la Rosa. Además, participó en la grabación del disco Orobroy de Dorantes.

Criado en Triana (Sevilla), perdió la ‘vergüenza’ de cantar en público en Italia y, desde entonces, no ha parado de derrochar su arte por escenarios de todo el mundo. Vinculado con El Palacio Andaluz desde 1994, a ‘Maera’ lo podemos ver en directo en el show flamenco que cada noche acoge nuestro tablao.

En la siguiente entrevista, ‘Maera’ da detalles de su trayectoria artística y de su pasión por el arte flamenco. 

cantaor para baile flamenco

Pregunta (P): ¿Quién es ‘Maera´?

Respuesta (R): Soy hijo de Manuel ‘Maera’ y Esperanza ‘la del Maera. Vengo de la familia de los Vega, que son toreros, y dentro de esta saga también están los Puya, que han sido toreros y cantaores. Además estoy emparentado con los Caganchos y los Ketama. Digamos que me he criado con los últimos rescoldos de lo que fue el barrio de Triana de Sevilla, una barriada de artesanos y gente humilde que hacíamos una fiesta con cualquier excusa.

P: Con esta herencia familiar, podemos pensar que eres artista casi ‘por obligación’. Cuéntanos, ¿por qué decidiste dedicarte a cantar flamenco?

R: Siempre he cantado y disfrutado del flamenco con mi gente, pero nunca pensé dedicarme a ello. De hecho, estudié un módulo de auxiliar administrativo y estuve trabajando como camarero, como mecánico… Pero hubo un momento en mi vida en que decidí encontrarme conmigo mismo. 

En esa etapa, un día me escuchó cantar Juan José Amador y me dijo: “como no cantes para bailar eres tonto”. Le dije que me daba vergüenza cantar en público, pero él me convenció para que siguiera este camino y lo hice. Me puse a estudiar y aprender los palos flamencos que no sabía y hasta ahora. 

Una trayectoria artística como cantaor para baile muy galardonada

P: ¿Dónde y cuándo comenzó tu trayectoria artística?

R: Empecé en el año 1991. Me fui a Italia con Fiti Carrillo para cuatro días y estuve allí dos años. Actuábamos en hoteles, restaurantes, teatros, el Centro Cultural Español… Recorrimos todo el país. En aquel momento, los únicos cantaores que estábamos allí éramos Javier, un chaval de Torreblanca, y yo. Aquella experiencia me sirvió para quitarme la vergüenza que tenía de cantar en público y para aprender mucho.

P: Y después de la aventura italiana, ¿regresaste a España?

R: Regresé a Sevilla, estuve trabajando en diferentes tablaos y, además, compartiendo escenario con artista de la talla de Esperanza Fernández, Carmen Linares, Rafael Riqueni, Israel Galván, Rafael de Carmen, Curro Fernández, Miguel Pérez, Tía Juana la del Pipa, El Pipa, Rafalito Garrido, Morao, Gregoriano, Dieguito de la Margara…

También he trabajado con La Tana, Rafael de Utrera, que ahora está con Vicente Amigo, Pepe de Pura… Muchos de aquellos compañeros han triunfado y es algo que me alegra. También he tenido oportunidad de cantarle en su casa a Rocío Jurado. La vida ha sido generosa conmigo en este aspecto.

P: Y fuera de Sevilla, ¿dónde ha estado Maera?

R: He participado en muchas giras y actuado en escenarios de Europa, Sudáfrica y Cuba, entre otros.

P: Dentro de todos los trabajos que has realizado, ¿hay alguno con el que estés especialmente satisfecho?

R: Dorantes me llamó un día, me metió en un estudio donde escuché a los niños del coro de Orobroy. Me quedé helado. Me emocioné mucho al escuchar aquello y me pidió que le metiera las palmas a una alegría. A los pocos días, me volvió a llamar para que fuera a grabar todas las palmas del disco de Orobroy. Tenía la seguridad que había hecho algo que se quedaría para la historia y ahí está el disco de Orobroy de Dorantes es una auténtica joya.

P: En una trayectoria como la tuya, algún reconocimiento o galardón habrás recibido, ¿no?

R: Como cantaor no tengo ningún reconocimiento individual, pero sí tengo varios premios cantando para bailar con otros compañeros. He sido finalista del Premio Nacional de Arte Flamenco de Córdoba con Amador Rojas y también me he llevado varias veces el primer premio en el Concurso Nacional de Arte Flamenco ‘Ciudad de Ubrique’, con Sofía Jiménez de la Rosa y con Emilio Ramírez ‘El Duende’, con quien comparto escenario en El Palacio Andaluz en la actualidad. En el Festival de Cante Flamenco de Lo Ferro, también he conseguido con otros compañeros el Melón de Oro. 

Un artista enamorado del flamenco

P: ¿Cómo se define Maera?

R: Canto, toco palmas, si hay que tocar percusión la toco, si tengo que pegar una ‘patailla’, lo hago. Soy un enamorado de lo que hago y he tenido la suerte de nacer y crecer en una familia en la que el flamenco ha sido una religión. 

P: ¿Desde cuándo estás vinculado con El Palacio Andaluz?

R: A este tablao llegué en el año 1994, de mano de mi primo Moli, de la familia de los Caganchos, empecé haciendo días de descanso y poco a poco he ido consolidando mi trabajo aquí formando parte del elenco de artista que cada noche damos vida al show flamenco.

He estado alternando el trabajo aquí con la participación en otros espectáculos y festivales como el Mont de Marsan de Francia. Siempre me ha gustado estar con unos y otros para beber de todas las fuentes posibles.

El escenario del tablao El Palacio Andaluz se una maravilla y único en el mundo

P: ¿Hay algún lugar especial para ti en el que hayas actuado y del que guardes un buen recuerdo?

R: Soy un enamorado de la historia, así que una vez canté en un teatro romano en Lyon y fue una cosa maravillosa. Guardo un grato recuerdo de aquella actuación. Ahora que para escenario de un tablao, como el de El Palacio Andaluz, no hay otro en el mundo y sala como ésta tampoco. Es una maravilla, lo fresco que tiene esta casa, aquí me siento fenomenal. 

P: Y, ¿tienes algún artista que para ti sea un referente o al que admires?

R: Artista, con la que me quedo, que le he cantado y se me ha puesto los vellos de punta, es Loli Flores una bailaora que ha sido Premio Nacional. También admiro a Ana María Bueno, Milagros Mengíbar, Matilde Coral… 

P: Y como cantaor o cantaora, ¿a quién admira Maera?

R: Cantaor que admire, hay infinitos, pero me quedo con Pastora Pavón, para mi la ‘no va más’. Camarón ha sido una genialidad, pero a mi la que más me gusta es Pastora Pavón. Camarón es tan difícil que pienso que es un artista para disfrutarlo, sin embargo, Pastora es para disfrutarla y aprender de ella. También me gusta Mairena, Vallejo, Caracol, Terremoto, El Negro del Puerto, Pepe Macarena…

flamenco en directo en sevilla

Me gusta escucharlos y darme cuenta que, a pesar de que estaban mayores, tenían recursos para cantar como lo hacían. Y yo me voy a hacer viejo también y me van a hacer falta aprender esos recursos, por eso los escucho, para aprender de ellos. 

P: Y tú como cantaor para baile, ¿cómo te defines?

R: Me dicen que soy un camaleón porque soy muy versátil y polivalente. Antes tenía miedo de abrir la voz, pero ahora que tengo una trayectoria y ciertos conocimientos poseo una serie de estilos que me permiten encajar perfectamente en una u otra tonalidad. Me suelo adaptar a mis compañeros, al guitarrista o al bailaor o bailaora.

P: ¿Con qué palo te sientes más cómodo?

R: Como soy un enamorado del flamenco, sería incapaz de decir que hay un palo malo. Antes me gustaba la facilidad, que la conseguía con la alegría, pero hoy después de los años que llevo en ésto, como la seguiriya, la soleá, el martinete, las tonás… Los cantes primitivos son los que más me gustan. 

A mi me gusta el flamenco clásico. He visto bailar a Alejandro Vega, he visto cantar, teniéndome en brazos, a Chano Lobato y he estado en los brazos de Beni de Cádiz. Ahora se canta muy bonito, pero también se han perdido cosillas de antes que tenían su aquel.

P: Y dentro del show flamenco que cada noche se celebra en El Palacio Andaluz, hay dos pases diarios, cuéntanos, ¿cuál es tu papel en este espectáculo?

R: Dentro del show, canto lo que haya que cantar. Por alegrías, soleá, bulerías, tarantos,… Hay días en los que se añaden fandangos… Soy un cantaor para baile y canto lo que me pidan. Este espectáculo tiene una gran variedad y no le da tiempo al público a aburrirse. 

P: ¿Con qué momento te quedas de este show flamenco?

R: A mi lo que más me gusta es el final, cuando estamos en fiesta porque es un momento en el que se permite más improvisación. La parte de seguiryias, soleá y tarantos también me encantan porque son cantes de sacar mucho para fuera.

P: ¿Qué se lleva el público que viene al tablao de Maera?

R: Intento dejarme el alma y el corazón en cada frase que canto e intento darlo todo. 


Así es Maera, un cantaor para baile enamorado del flamenco, de cuyo arte podemos disfrutar cada noche en el tablao flamenco El Palacio Andaluz de Sevilla.