Aunque parece que el cajón flamenco ha formado parte desde siempre de la cultura musical de este género artístico, la realidad es bien distinta. Imaginar una actuación flamenca sin la presencia de este instrumento resulta algo difícil, pero lo cierto es que la vinculación del cajón con el arte flamenco apenas tiene unas décadas.
Fue en 1977, cuando Paco de Lucía descubrió este instrumento en una gira por América, concretamente en Perú, al asistir a una fiesta organizada por el embajador de España en el país peruano, en la que actuó Chabuca Granda, acompañada por un músico que tocaba el cajón. Al escucharlo, el sonido llamó la atención del artista y comenzó a tocar la guitarra con él.
En ese momento vio claramente que el cajón encajaba con la percusión del flamenco, una percusión que siempre se había tocado con las palmas, pero no ofrecían la consistencia y precisión adecuada para el grupo que sí tenía el cajón.
Otras características que, a juicio de Paco de Lucía, hacían a este instrumento idóneo para el flamenco, era el sonido agudo similar al del tacón del bailaor y el grave semejante al que hace el artista con la planta durante el zapateado.
A estas peculiaridades, digamos instrumentales, hay que añadir que es un elemento fácil de transportar y que, por su tamaño, ocupa poco espacio.
Todas estas particularidades hicieron que Paco de Lucía decidiera traerse un cajón para España. Lo usó por primera vez en el teatro del parque de atracciones de la Casa de Campo de Madrid y, a partir de ese momento, en todas las casas de flamencos había un cajón, una aportación a la tradición del flamenco de la que el artista confesó “sentirse muy orgulloso”.
A pesar de que el idilio entre el cajón y el flamenco es reciente, para rastrear en la historia de este instrumento, hay que remontarse al siglo XVII, momento en el que se data el origen del que sería el predecesor del actual cajón flamenco, y viajar hasta tierras americanas donde surgió el cajón peruano.
Se dice que fueron los esclavos africanos que llevaron los colonizadores españoles al continente americano, concretamente en Perú, quienes utilizaban para acompañar sus cánticos las cajas de madera destinadas al transporte de mercancías.
Desde aquellos proto-cajones hasta ahora, este instrumento ha evolucionado mucho, sobre todo desde que se utiliza para la percusión en el flamenco. Detalles como el añadido de cuerdas en el interior o el modo de fijar la tapa delantera son algunas de las variaciones que diferencian al cajón flamenco del originario cajón peruano.
El sonido “sobrio” que conquistó a Paco de Lucía es hoy irremplazable en la mayoría de actuaciones y shows flamencos. Un instrumento que ha sido adoptado por los compositores del flamenco moderno como un elemento de percusión fundamental para este género artístico.
Ver un espectáculo flamenco en directo es la mejor experiencia para disfrutar del característico sonido que posee el cajón flamenco. Si visitas Sevilla, no dudes en asistir al show celebramos todos los días en El Palacio Andaluz. Una actuación en la que está presente este instrumento de percusión que se ha convertido en un imprescindible para este género artístico.
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