El flamenco es un género musical muy rico que combina una serie de elementos que lo caracterizan y a la vez lo diferencian de otros estilos musicales. Recursos como las palmas, el taconeo, las castañuelas o el cajón, se suman al cante, al baile y la guitarra para dar vida a un estilo que es reconocido en todo el mundo.
Al igual que ocurre con otros tipos de música, el flamenco tiene formas musicales y elementos estructurales propios. ¿Quieres saber cuáles son? En este artículo vamos a repasar algunas de las claves que posee la música flamenca y que pueden ayudarte a entender un poco más este arte andaluz.
Son las estructuras formales las que permiten a los artistas entenderse en un escenario. Esto es así en el flamenco, pero también en otros géneros musicales. ¿Cómo se ponen de acuerdo los cantaores, bailaores y guitarristas en una actuación? Gracias, digamos, a que se «han codificado» los elementos que forman el corpus expresivo de la música flamenca.
El arte musical flamenco cuenta con una serie de patrones melódicos (cante), armónicos (guitarra), rítmicos y métricos, además de una versificación concreta para las letras que se interpretan en cada palo flamenco.
Como hemos indicado en otras ocasiones, el flamenco cuenta con más de cincuenta palos diferentes, que son las diferentes modalidades que existen y que se agrupan de manera distinta en función de su procedencia, métrica o si lleva acompañamiento de baile o guitarra, entre otras características.
Elementos formales propios del flamenco
El conocimiento de las características que tiene cada estilo es lo que permite ese entendimiento de los artistas en el tablao. El guitarrista, que acompaña al cante o al baile, conoce no solo el tema que tiene que interpretar, sino que también sabe dónde debe acelerar o retardar el tiempo y dónde rematarlo, por ejemplo.
Esto hace referencia a los elementos formales propios del flamenco, aquellos que digamos establecen ‘las normas o características’ que debe tener cada palo flamenco, entre los que destacan los siguientes:
- Tercio, verso o letra de un cante tiene una entidad musical determinada. Las letras de una copla del cante están compuestas en versos que el flamenco llama «tercios». Predominan los versos de ocho sílabas, pero también los hay de seis, once y siete. Por ejemplo, en la soleá el primer tercio es la primera letra, mientras que en una malagueña el primer tercio corresponde al primer verso melódico.
- Letra de cambio o macho es con la que termina o remata un cante.
- Antífona en flamenco hace referencia a los ‘ayeos’ característicos que se interpretan en palos como la caña y el polo.
- Variaciones en la guitarra son las secuencias propias que tiene cada estilo que se interpretan para preparar el cante.
- Falseta es una pieza compuesta para la guitarra que se interpreta entre las diferentes letras de un cante flamenco. El repertorio de falsetas es muy amplio y, además, muchos guitarristas suelen añadir al cante improvisaciones bien compuestas por ellos o por otros artistas flamencos.
El baile flamenco posee también elementos formales, entre los que podemos destacar los siguientes:
- La salida que hace referencia al momento en el que empieza el baile. Curiosamente tiene el mismo significado que entrada, según se entienda si hacemos referencia a la entrada en el escenario o en la música o salida al tablao por parte del bailaor o bailaora.
- La llamada es una sucesión de sonidos con los zapatos, taconeo o zapateado, que se hace para avisar al cantaor de que ya puede comenzar el cante.
- La escobilla es la parte en la que se ejecuta una composición rítmica completa con un zapateo. Conforme va acabando la escobilla, el artista va aumentando el ritmo y culmina con un cierre o remate. Un baile normalmente consta de una escobilla, aunque puede tener dos, una al principio, más breve, y una casi al final, más elaborada.
- El desplante es la parte del baile flamenco en la que el bailaor o bailaora da unos golpes fuertes con los pies contra el suelo con un gesto altivo, normalmente para rematar el baile.
Si nos centramos en el cante, el modelo que habitualmente siguen estos artistas flamencos es el siguiente:
- Introducción de guitarra, que es la música que prepara el guitarrista antes del cante.
- La salida es el momento en el que el cantaor templa la voz, se afianza en la tonalidad y en el tempo que marca la guitarra. Es cuando entona los ayeos propios de cada estilo o expresiones como el tirititrán, lerele, ay ay… Son los quejíos o lamentos propios del flamenco, de los que surge el modo y tonalidad características de este género, sobre una armonía propia conocida como cadencia andaluza.
- El cante de preparación es el primer tercio del cante que no tiene mucha dificultad interpretativa, aunque sí idéntica expresividad que el resto de la pieza.
- Por su parte, el cante valiente es el tercio de mayor elaboración melódica, con tesituras altas y versos ligados, que se realizan de un tirón y sin tomar aire entre unos y otros. Es la parte en la que el cantaor demuestra todo su poderío.
- El remate es la última parte del cante, en la que se acelera el tiempo y se cambia el tono modal por el tonal mayor. En muchos cantes este remate se conoce como macho o cambio, con una clara alusión musical de conclusión.
Estas claves son una aproximación general a lo que sería un esquema formal clásico del flamenco. Existen muchas variaciones y combinaciones, dado que el flamenco es un género vivo y abierto a la improvisación. Si quieres sentirlo de cerca, ¡ven a ver un especáculof lamenco en directo!