Como dice la canción, Sevilla tiene un color especial, y parte de esa riqueza cromática que se respira por cada rincón de esta ciudad, lo aporta el aire flamenco que recorre sus calles. Te invitamos a hacer un recorrido flamenco por Sevilla, a descubrir los espacios con huella de los artistas que han hecho historia y han influido en la evolución de este arte.
Desde el legado que acuna Triana hasta la memoria que guarda la Alameda de Hércules. Desde los artistas flamencos que improvisan su arte en la Avenida de la Constitución o la Plaza de España, hasta los espectáculos profesionales que se celebran en tablaos como El Palacio Andaluz en la isla de la Cartuja. La ciudad hispalense está repleta de rincones donde disfrutar de una auténtica experiencia flamenca.
Te invitamos a que nos acompañes en este recorrido flamenco por Sevilla en los que te mostraremos algunos de los lugares emblemáticos que te recomendamos visitar y donde puedes encontrarte con monumentos dedicados a los más reconocidos artistas sevillanos. ¿Comenzamos?
Las calles de Triana han sido y siguen siendo cuna de muchas figuras emblemáticas del flamenco. Es algo que se palpa en muchos rincones de este arrabal, donde si uno levanta la mirada del suelo, podrá fijarse en la cantidad de placas y detalles que alberga el barrio trianero en honor a estos artistas.
Curro Fernández, uno de los cantaores más hondos que han nacido en Triana, vivió en una casa situada en la calle Fabié. Era una antigua corrala en la que aún se puede oír el retumbe de los cantes jondos y los bailes al compás de los payos y gitanos que convivían entonces aquí.
Cerca y en esta misma calle también nació José Sánchez Bernal, conocido artísticamente como “Naranjito de Triana”, otro profesional del cante que creció respirando el ambiente flamenco de este barrio. En la placa conmemorativa reza el reconocimiento de sus vecinos a «quien como recreador y conservador de la vieja escuela trianera del cante flamenco llevó con orgullo y dignidad a todos los escenarios del mundo el nombre de Triana».
No hay que moverse mucho para toparse con la antigua Peña del Bollo, lugar donde se reunían los artistas del barrio y donde se gestó “Nuevo día”, el primer disco de Lole y Manuel, exponentes de lo que sería el Nuevo Flamenco.
Estatua homenaje al flamenco en la Plaza del Altozano de Triana.
Y es que Triana es un barrio con mucho arte y las placas se suceden en las paredes de sus edificios para recordar al viandante quiénes nacieron y vivieron este prolífico rincón sevillano. También hay estatuas, como la que ocupa la Plaza del Altozano, dedicada al cante, al baile y al toque flamenco.
Estatua de Manolo Caracol en la Alameda de Hércules.
A estas alturas nadie duda que Sevilla es capital mundial del flamenco, y para corroborarlo solo tienes que darte una vuelta por la Alameda de Hércules. Aquí, concretamente, existían varios “auditorios populares del flamenco”, entre los que encontramos el Colmao de La Sacristía, el de Los Majarones o el de Las Siete Puertas, así como el Kiosco de Pinto, donde actuó por primera vez Manuel Vallejo como artista profesional.
En la Alameda se fundaron los primeros cafés cantantes a finales del siglo XIX y era el epicentro del flamenco más bohemio, así como de las primeras academias de cante y baile como la de la cantaora Adelita Domingo y la del bailaor Realito.
A día de hoy, este rincón de Sevilla sigue manteniendo esa esencia que te hace vibrar con el más puro arte flamenco. Si paseas por los alrededores, encontrarás en la calle Calatrava la casa donde vivió gran parte de su vida Pastora Pavón, “La Niña de los Peines”, considerada como “la voz femenina del cante flamenco de todos los tiempos”.
En la misma Alameda de Hércules, hay un rincón donde se tributa homenaje a otra leyenda del cante, Manolo Caracol, con una figura de su busto. Este artista fue vecino de esta zona y se crió en lo que hoy es la calle Lumbreras.
No muy lejos de la Alameda de Hércules y de la Alfalfa, en la plaza del Cristo de Burgos, encontramos la figura de Manuel Serrapí Sánchez, conocido artísticamente como “Niño Ricardo”, un maestro de la guitarra flamenca. Si prosigues tu recorrido flamenco por Sevilla y te diriges al corazón de la ciudad, en el cruce entre la calle O´Donell y calle Velázquez, verás el busto que homenajea a la bailaora sevillana Pastora Imperio.
En los alrededores de la Catedral, cerca de las murallas de los Reales Alcázares, Antonio Ruiz Soler, apodado como “El Bailarín”, cuenta con una calle emblemática en su honor, en pleno corazón del Barrio de Santa Cruz.
Para culminar este recorrido, lo mejor es terminar la jornada en un tablao y ver espectáculo flamenco en directo. Sevilla tiene muchos lugares para disfrutar de la esencia de este arte. Nuestra recomendación es que visites El Palacio Andaluz, en la Isla de la Cartuja, donde podrás vivir una experiencia flamenca completa porque, además del show, puedes visitar el Museo del Flamenco y Arte Andaluz de Sevilla y degustar una cena, mientras te deleitas con el cante, baile y toque andaluz.
Un recorrido flamenco por Sevilla que te proponemos como el mejor plan para impregnarte del más puro arte sevillano siguiendo las huellas de quienes han contribuido a que este género artístico esté considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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