La guitarra es el instrumento que normalmente se asocia con el flamenco. De hecho, hay una variante de la guitarra española que se conoce como “guitarra flamenca” y que es muy utilizada en espectáculos flamencos.
Sin embargo, la historia de este arte no deja de sorprender a todo aquel que tenga curiosidad. A continuación, vamos a ver la historia de la guitarra barbera que, aunque menos conocida que la clásica o la flamenca, es también destacable por su historia única.
Su nombre, como ya se puede intuir, proviene de su uso tradicional en las barberías españolas (sobre todo andaluzas) durante los siglos XVIII y XIX. En esa época, las barberías eran más que lugares para que los hombres se arreglaran el cabello y la barba, eran espacios en los que poder discutir temas de interés, en definitiva, puntos de encuentro social en los que también cabía la música.
La guitarra, bien por su facilidad de transporte o su toque único, se convirtió en el instrumento que acompañaba a los cantes que allí se producían, que no eran otra cosa que improvisaciones informales de cantes flamencos.
También se cuenta (según ciertos historiadores) que la guitarra era usada por el propio barbero para amenizar los momentos en los que no había clientes, sobre todo a primera hora de la mañana y por las tardes.
Es curioso conocer la correlación que hay entre la guitarra y la barbería. De hecho, hay muchos conocidos guitarristas que comenzaron trabajando en una barbería, lo que destaca aún más la importancia que tuvo este oficio al flamenco.
Uno de los más antiguos fue Francisco Sánchez Cantero, conocido como “Paco el Barbero”. Aunque hay una falta de fuentes documentales sobre su vida, su sobrenombre hace pensar que ejercía la profesión o, al menos, que estaba ligado a ella de alguna forma.
Otro guitarrista conocido fue Paco de Lucena, apodo que le vino, por un lado, por su nombre, Francisco, y por el lugar en el nació, Lucena (pueblo de la provincia de Córdoba).
Considerado el guitarrista flamenco más importante del siglo XIX, Paco de Lucena empezó como aprendiz en su pueblo, en la barbería del Maestro Espinosa, también guitarrista, quien le enseño a tocar.
De ahí se trasladó a Málaga, ciudad en la que ejerció el oficio que aprendió, barbero, hasta que se lanzó al mundo artístico, consiguiendo hacerse un hueco dentro de guitarristas flamencos de su época.
Y también fueron antes barberos que guitarristas, los flamencos Paco el Águila, Manolo, Pepe y Ernesto de Badajoz, y más recientemente, Paco de Antequera.
La guitarra barbera es parecida a la guitarra flamenca, aunque tiene ciertas características que la hacen ligeramente diferente:
La guitarra barbera, al igual que ocurre con otros elementos que forman parte del flamenco, no se limita a ser un instrumento musical, sino que es reflejo de lo cotidiano, del pueblo, de su sentir y de sus costumbres.
El flamenco se entremezcla con todo esto y, a la vez, surge en estos ámbitos, por eso es tan rico a nivel cultural y está cargado de historia y tradición. La guitarra barbera es un reflejo de una forma de vida y forma parte de la historia viva de este arte universal.
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