El flamenco es un arte apasionado, poderoso y expresivo. Para entender su evolución, es necesario conocer sus orígenes. Uno de ellos es la escuela bolera, un estilo de baile español que ha influido en el baile flamenco. La vinculación entre la escuela bolera y el baile flamenco es una prueba de la riqueza y la diversidad de la cultura andaluza.
La escuela bolera, aunque comenzó a gestarse en el siglo XVI, se desarrolló en España a partir del siglo XVIII. Sus orígenes se encuentran en los bailes populares de la época, pero a lo largo de su historia fue incorporando elementos de otras danzas, como el ballet clásico o el folclore europeo. El resultado fue un estilo caracterizado por su elegancia, su virtuosismo técnico y su riqueza coreográfica.
Se conocían por “bailes de escuela”, pero entrado el siglo XX, se empezaron a llamar “bailes de escuela bolera”. La denominación “bolera” procede de los bailarines “boleros” que interpretaban ese repertorio, formado por dos tipos danzas con dos técnicas diferenciadas: los bailes “boleros” y los de “palillos”. En los primeros, se ejecutan saltos, vueltas y complicados trabajos de pies, trenzados y pasos de elevación de enorme dificultad. En los segundos, que se interpretan con zapatos o chapines, se bailan a ras de suelo y en ellos se suele zapatear.
Otro rasgo esencial en la interpretación de los bailes de escuela bolera es la utilización de los palillos, una práctica que aparece recogida ya en los primeras referencias de danza que hacen referencia a estos bailes.
El auge y expansión de la escuela bolera fue posible gracias al talento artístico de los renombrados boleros y boleras andaluces, y a la popularidad de academias como la de Amparo La Campanera, y más adelante, las de las tres generaciones de los Pericet, ubicadas en el centro de Sevilla.
En cuanto al baile flamenco, su evolución está vinculada con el desarrollo de la música flamenca y la influencia de las bailarinas boleras y las calés andaluzas. El encuentro entre estas corrientes tuvo lugar, a mediados del siglo XIX, en los escenarios de las academias de baile de Andalucía, donde se realizaban funciones o ensayos públicos. En este contexto artístico, se gestó una fusión que marcaría un hito en la historia de la danza: la unión de los bailes boleros andaluces y los bailes gitanos.
En estos espacios de exhibición pública, las reconocidas bailarinas boleras compartían escenario con las talentosas gitanillas trianeras. Este encuentro sirvió para que unas aprendieran de las otras. Las gitanas adquirieron destreza en el manejo de los palillos, la técnica del braceo y, sobre todo, la elegancia de las boleras, mientras que estas últimas incorporaron a su estilo la frescura y el temperamento gitano.
Este intercambio dio lugar a un nuevo tipo de baile, que combinaba la elegancia y el virtuosismo de la escuela bolera con la expresividad y el temperamento del baile gitano. De esta forma, se sentaron las bases de lo que más adelante se conocería como baile flamenco.
La influencia de la escuela bolera está presente en los pasos y movimientos más característicos del baile flamenco. Por ejemplo, en los giros, los zapateados y los braceos. Por un lado, ha contribuido a desarrollar la técnica del baile flamenco, añadiendo elementos de virtuosismo y elegancia, al tiempo que ha influido en el estilo haciéndolo más estilizado y sofisticado.
La escuela bolera y el baile flamenco comparten un enfoque en la improvisación, donde el intérprete es libre de expresar sus emociones y sentimientos a través de movimientos enérgicos y pasionales. Ambos estilos también hacen uso del zapateado, aunque con características distintas. Mientras que en la escuela bolera se practica un zapateado más limpio y preciso, en el baile flamenco se utiliza un zapateado más enérgico y rítmico, marcado por el taconeo fuerte y el golpeo de palmas.
Aunque el flamenco ha evolucionado de forma autónoma y ha adquirido una identidad propia, la influencia de la escuela bolera sigue presente en el baile flamenco contemporáneo. Bailaores y coreógrafos siguen encontrando en la escuela bolera una fuente de inspiración, incorporando elementos técnicos y estilísticos en sus actuaciones.
Fuente del artículo: Expediente técnico sobre la «Escuela Bolera», de Rosalía Gómez, publicado en la página web del Instituto Andaluz de Flamenco.
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