Cada vez se usa más como reclamo cultural la tradición, la búsqueda de las raíces. Y con el flamenco ocurre lo mismo: es un arte vivo, que se entremezcla con otros estilos que enriquecen su identidad.
Sin embargo, cuando ves un espectáculo flamenco en directo, te das cuenta en seguida que existen unos códigos propios, tanto de cante, baile e incluso de lenguaje, que lo hacen único y que envuelven al espectador. ¿Quieres conocer más de cerca el flamenco y sentir su magia? ¡Sigue leyendo!
>> Acento: el acento es el que marca los tiempos fuertes. Es muy importante tenerlo en cuenta cuando hablamos de compás, ya que es el que va a ir guiando a la bailaora o bailaor sobre las tablas. También es una expresión que se utiliza para decir que una persona tiene un toque flamenco característico, así como un “deje” en su forma de hablar.
>> A palo seco: es un cante sin la parte instrumental. Cantar “a palo seco” es todo un reto para los cantaores, ya que evoca al flamenco más antiguo, el que nació en los círculos íntimos de la familia y amigos, con aquellos palos más tradicionales, como la soleá.
>> Arrancarse: es el ímpetu que sale cuando estás ante una actuación flamenca. Arrancarse es impulso, es fuerza y garra, es improvisación. Esta expresión se usa mucho en las fiestas flamencas improvisadas, conocidas como juergas.
>> Aje: es la gracia natural. Es decir, uno tiene aje o no lo tiene, pero no puedes aprenderlo. Se usa como sinónimo de gracioso o curioso, para expresar ese don de algunas personas que llaman la atención de forma natural.
>> Braceo: si vas a ver un espectáculo flamenco podrás comprobar que los bailaores no paran de hacerlo. Es el movimiento de brazos durante el baile, en el que se incluye también el movimiento de muñeca y de manos. El braceo es muy característico de las sevillanas, que siguen una coreografía concreta, aunque cada uno le da su propio toque.
>> Cante de “alante” o atrás: hace referencia al cantaor: si es un cante “alante”, el cantaor (o cantaora) cobra protagonismo, interpretando su arte para el público, sin bailaores. Si es un cante atrás, es lo contrario, lo hace para marcar y acompañar al baile.
>> Canastero: su uso más común es “gitano canastero” y hace referencia a las personas de esta etnia que fabricaban canastas con baretas. Suele utilizarse como adjetivo para designar a aquellos flamencos más puros, que se salen de los convencionalismos y que son más dados a la improvisación.
>> Contratiempo: el contratiempo es un sonido que parece que discrepa, que se sale del compás. Exactamente, la definición de contratiempo es la de “acento desplazado entre dos tiempos”. Puede hacerse con un palmeo (es el más habitual), o con un taconeo. La palmada a contratiempo más usada es la que se toca entre varios artistas y da lugar a un repiqueteo.
>> Cuadro flamenco: es lo que vas a ver si vas a ver un espectáculo flamenco. El cuadro flamenco es el elenco de artistas que se encuentran sobre el tablao, normalmente compuesto por un cantaor, los bailaores, los guitarritas y un profesional del cajón flamenco. También pueden estar presentes los palmeros.
>> Duende: el duende flamenco es la magia, es el arte con mayúscula. Es aquello que los artistas tienen dentro y que los hace único, de ahí el apodo de nuestro director artístico, Emilio Ramírez “El Duende”. Podemos dedicar un párrafo entero a intentar explicarte lo que es el duende, pero mejor verlo en directo es uno de los shows flamencos de nuestro tablao.
>> Jalear: el jaleo es el griterío, cuando se avivan a los bailaores durante el espectáculo flamenco. El jaleo flamenco es, también, uno de los palos flamencos con más ritmo y movimiento.
Si quieres entenderlo y vivirlo, lo mejor es que vayas a ver un espectáculo flamenco en directo. Este arte es puro sentimiento e improvisación.
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